Cuando era niña y no podía dormir mi mamá me decía que por lo menos me acostara y cerrara los ojos para descansar. Yo siempre pensé que eso era una pérdida de tiempo, ¿para qué voy a estar despierta con los ojos cerrados? Resulta que como con muchas otras cosas, mi mamá tenía razón.
Solemos olvidar que nuestros ojos también necesitan descansar y no pensamos en ellos como músculos o como órganos que se ejercitan y requieren periodos de descanso.
La mejor manera de descansar los ojos es bloquear el paso de la luz y ponerlos en una oscuridad total, de esta manera impedimos que la luz estimule el nervio óptico. Incluso cuando dormimos, si cubrimos nuestros ojos obtendremos un descanso más reparador.
Es más, relajar el nervio óptico ayuda a relajar el resto del sistema nervioso lo que es maravilloso para relajar el cuerpo.
Hay dos técnicas que puedes utilizar para descansar los ojos:
Para usar tus manos, asegúrate de que estén limpias y frótalas para generar calorcito. Luego, colócalas alrededor de tu ojos cerrados sin presionarlos. Esto puedes hacerlo por espacio de cinco minutos durante tu día de trabajo.
Si prefieres, puedes cubrir tus ojos con un material suave y asegurarte de bloquear todo el paso de la luz. Para esto puedes sentarte en un sillón reclinable, acostarte boca arriba en tu cama o en el piso, utilizando una colchoneta.
Recuerda que lo que coloques sobre tus ojos debe estar limpio y mientras mejor se ajuste al contorno de tu rostro más luz bloqueará. Nuestras almohaditas para los ojos tienen unaa funda removible precisamente para que puedas lavarla y mantenerlas limpias. Su relleno de semillas se ajusta a la forma de tu rostro lo que ayuda a bloquear por completo la luz. Además tienen aroma a lavanda, que también te ayudan a relajarte, pero de eso hablamos en otras entradas de este blog.
Cerrar los ojos también le da un descanso en tu cerebro
En las personas videntes, la visión consume alrededor del 40% de los recursos de nuestro cerebro, de modo que cuando cerramos los ojos podemos enfocar esa energía y el procesamiento de nuestro cerebro en otras cosas.
Seremos más creativos, podremos recordar mejor detalles que tengamos en la memoria y comprender mejor aquel podcast o ese audiolibro que tenemos a medias hace días si lo escuchamos con los ojos cerrados. La próxima vez que necesites escribir un artículo o resolver un problema, tómate unos minutos con los ojos cerrados.
Descansar con los ojos cerrados también ayuda a consolidar la memoria, es decir nos ayuda a recordar lo que estudiamos y por ende nos ayuda a aprender.
Así que no dudes en cerrar los ojos y respirar, ya hay un montón de estudios científicos que comprueban todos los beneficios que esto tiene en tu productividad.
Actualizado el 20 de febrero de 2023.