De años nuevos, lugares y propósitosenero 9, 2013

Instrucción recibida: Escribir un texto sobre tu lugar en el mundo  y tu propósito en la vida, haciendo un esfuerzo por dejar fluir la imaginación sin detenerte en la estructura o semántica. No tiene que ser bello sino auténtico.

Te das cuenta que tienes fuertes tendencias hacia lo correcto, so to speak, cuando al leer y releer las instrucciones en lugar de empezar a contestar tus primeros pensamiento son: ¿y si busco “propósito” en el diccionario? ¿y si mi lugar en el mundo es más geográfico que otra cosa?

Ahí es donde la segunda parte de la instrucción cobra valor y me recuerda que debo hacer un esfuerzo por olvidarme de la estructura o semántica.  No tiene que ser bello sino autentico. Lo autentico es que ya sé lo que propósito significa y que cuando me preguntan mi lugar en el mundo me imagino un planetita flotando en la vía láctea.  No creo que sea eso lo que me están preguntando.

Mi propósito en la vida ha venido cambiando y encontró un bache cuando cumplí mis metas educativas.   Por muchos años mi meta fue tener una maestría de una universidad fuera del país y una vez eso fue cumplido empezó la vida real.  Todo lo hecho antes se hizo con el único propósito de cumplir esa meta.   Trabajar dos años para tener la experiencia “recomendada” antes de entrar a un programa de maestría.  Tener las notas y estudiar un postgrado antes para ir un poco más entrenada en números; por aquello de las finanzas.   En retrospectiva pienso que esa era una meta impuesta por el inconsciente familiar o el inconsciente colectivo.  Una necesidad de reconocimiento; de agradar tal vez.

La progresión natural de una vida como esa era entrar a trabajar a un gran corporación. El problema está en que lo logré sin siquiera buscarlo y estando ahí no me quiso gustar.   No tenía nada que probar y no me interesaba intercambiar todas las horas de mi día por un salario.   Ni seguir la política corporativa, ni tomarme el Kool Aid.   ¿Entonces qué?

Mis metas cambiaron y como hay que ganarse la vida tocaría emprender.   Actualmente mi meta es más difícil y más simple.  Es lograr cierta independencia financiera para dedicar mi  tiempo a lo que me gusta hacer.  Que vendría siendo dedicarme a las ideas. A las propias y a las ajenas y sobre todo a aquellas que se expresan con la palabra escrita.  A conocer lugares, culturas y personas.    Todo por las ideas y por concretar las que me parezcan buenas.

Lo de mi lugar en el mundo también ha cambiado.  Cuando uno es adolescente cree que su lugar en el mundo se construye al diferenciarnos lo más posibles de los demás.  En hacer lo que queremos.    Al menos esto era lo que yo pensaba; era una perspectiva bastante individual.   Con el tiempo, con las muertes, con otro tipo de estudios y prácticas (pilates, yoga, meditación), empiezas a sentirte cada vez menos “uno” y cada vez más “nosotros”.   La genética te pesa, las conductas aprendidas te pesan y las parejas te sirven como espejos para verte tal cual eres.  No tan diferente, no tan original, no tan sólo.  Menos “uno” y más “nosotros”.  Esto a simple vista parece estar en franca contraposición del hecho del principio que tanto trato de recordarme diariamente: sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos.  Parece que resulta que el nosotros cambia cuando cambia una de sus partes and that’s it.

Tratando de volver al tema, pareciera que mi propósito en la vida es trabajar con el sistema para llevar a cabo las cosas que este momento son importantes para mi.   Es probable que mi propósito vaya cambiando con el tiempo.     Mi propósito en la vida no es ser millonaria, no es ser famosa, no es ser corporate.  Será que se me ocurren puros propósitos cliché en este momento como ser libre y ser feliz.  Simplemente para realizar el proyecto que tenga entre manos.   Para pensar, para leer, para conocerme.

Pensando como Analista de proyectos obligatoriamente me pregunto qué tiene que pasar para saber que he logrado mi propósito y me puedo morir tranquila.   Por suerte mi propósito no es cambiar el mundo.

Releo este último párrafo y la respuesta quisiera que fuera: nada.   Yo debería poder morirme tranquila no matter what.   ¿No les parece? Siempre habrán nuevos proyecto por los que trabajar, ideas que concretar, pensamientos que compartir.      La verdad no sé si estoy respondiendo la pregunta y ahora que he escrito esto, mis disculpas pero tengo que buscar propósito en el diccionario.

Más Artículos

Muy Lila